El llamado de Dios a Noé
El llamado de Dios a Noé, empieza cuando:
Génesis 6:5 “Vio Dios que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”.
Cuando la maldad había crecido sin límites en el corazón de los hombres, había corrupción y perversión moral; en una palabra había una rebelión en contra las leyes de Dios. Por lo que tomó una decisión.
Génesis 6:6 -7 “Y se arrepintió Dios de haber hecho al hombre en la tierra y le dolió en su corazón. Y dijo Dios: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo pues me arrepiento de haberlos hecho”.
La palabra dice que le dolía a Dios en su corazón. ÉL es nuestro padre, y como a cualquier padre aquí en la tierra, a Dios le dolió la rebelión de sus hijos. Sin embargo hubo una oportunidad, aunque la decisión estaba tomada siempre estuvo allí su compasión. Esto lo veremos más adelante.
Génesis 6:8 “Noé halló gracia ante los ojos de Dios”.
Muchas veces pensamos que Noé fue preservado por sus buenas obras, pero no fue solo eso, Noé fue un hombre que creía en Dios como su creador, cuando se tiene esta verdad en el corazón, de allí nacen las buenas obras. Noé halló gracia porque tenía sus ojos puestos en el Señor, por lo tanto Dios lo llamó y lo escogió como alguien que le ayudaría a preservar la raza humana.
Recuerda no fue por sus obras sino por su fe. Y la Biblia es toda una historia de fe.
En Génesis 6: 14-16 Dios ordena a Noé construir un arca que serviría para preservar la vida humana y la de las especies de los animales. Y Noé obedeció la orden de DIOS sin preguntar, sin cuestionar.
Parecía una locura construir un arca en un lugar donde nunca había llovido, Noé sabía que no sería fácil, se encontraría con oposición múltiples dificultades, teniendo en cuenta que Noé era un granjero.
¿Te ha mandado Dios a hacer algo loco?, ¿algo que no entiendes?, ¿cuál fue tu respuesta?
En Génesis 6:17 DIOS le habla a Noé del gran diluvio, la forma en que iba a ser destruida la tierra.
Pero, la misericordia de Dios es inmensa y confirma que es un Dios de pactos.
Génesis 6:18 “Más estableceré mi pacto contigo, y entrarás tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo”.
En este versículo aparece por primea vez la palabra PACTO el cual es que Dios nunca dejará de ser el Dios y protector de Noé, y que de su simiente DIOS tomará un pueblo para él.
En Génesis 6:22 dice que Noé hizo conforme a todo lo que DIOS le había mandado, lo que quiere decir que emprendió la colosal tarea de construir el arca exactamente como DIOS le había dicho, trabajaba en excelencia como dice Colosenses 3:23-24 “Y todo lo que hagáis hacedlo de corazón, como para el señor y no para los hombres Sabiendo que de el Señor recibiréis la recompensa de la herencia porque a Cristo el Señor servís”.
Fue un tiempo difícil, Noé soportó burlas, menosprecio, lo llamaban viejo loco como nos llaman a los creyentes hoy en día. ¡BENDITA LOCURA!
Aparte de construir el arca, Noé era un predicador de justicia. Así lo dice 2 de Pedro 2:5 “Y si no perdono al mundo antiguo, sino que guardo a Noé pregonero de justicia con otras 7 personas trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos”.
Noé pregonaba, predicaba, hablaba a la gente para que se arrepintieran. Todo el tiempo que duró la construcción del arca, aproximadamente 100 años, DIOS extendió su gran amor y su misericordia, para que se arrepintieran, pero no quisieron escucharlo y nunca se volvieron a Él.
Aún después de construida el Arca el diluvio se demoró siete días más, pero nadie aparte de Noé y su familia llegó.
Estamos viviendo como en los días de Noé. En Mateo 24:37-39 “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre”.
El llamado de Noé nos recuerda el que hace JESÚS a través del evangelio al arrepentimiento porque Cristo es el arca y solamente en ÉL podemos ser salvos.