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UNA MISIÓN COLOSAL

Noé fue el único hombre justo
de su generación, por lo tanto Dios le
encomendó preservar la vida.

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DESCENDENCIA Y SIGNIFICADO DE SU NOMBRE:

Noé viene de la descendencia de Adán. Fueron 10 las descendencias entre Adán y Noé. (Génesis 5:1-32)

En lugar de Abel, Dios le dió a Adán y a Eva un hijo al que llamaron Set. (Génesis 5:1-32)

Enoc, el bisabuelo de Noé, caminó con Dios después de que engendró a Matusalén. (Génesis 5:22)

Matusalén fue el abuelo de Noé y Lamec su papá. (Génesis 5:21-29)

Los hijos de Noé fueron Sem, Cam y Jafet. (Génesis 5:32)

Su padre Lamec le dio el nombre Noé, que es asociado con “Descanso”, con la Esperanza de que un día él trajera alivio a la tierra que fue maldecida por la desobediencia de Adán. (Génesis 5:29)

CARACTERÍSTICAS DE NOÉ:

¿Qué vio Dios en Noé?

Fue un varón justo (Génesis 6:9) y con fe (Hebreos 11:7), perfecto en sus generaciones. Con Dios caminó Noé. (Génesis 6:9)

Fue un hombre obediente: “Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó”. (Génesis 6:22 / Génesis 7:5)

¿POR QUÉ DIOS TOMA LA DECISIÓN DE LLAMAR A NOÉ?:

Noé fue elegido entre toda la humanidad para construir el Arca de salvación.

Dios vio que la maldad de los hombres era mucha en la tierra y que sus pensamientos y corazones persistían en hacer lo malo (Génesis 6:5), por esta razón Dios se arrepintió de haber creado al hombre y le dolió en su corazón este hecho (Génesis 6:6), tomando la decisión de desaparecer de sobre la tierra todo hombre, bestias, reptiles y aves del cielo que Él mismo había creado (Génesis 6:7). Pero Noé halló gracia ante los ojos de Dios para hacerle un llamado (Génesis 6:8).

EL LLAMADO DE NOÉ: comienza cuando Dios le manifiesta su decisión de poner fin a todo ser, dándole instrucciones de hacer un arca (Génesis 6:13), porque Él traería un diluvio de aguas sobre la tierra (Génesis 6:17).

En este punto queremos destacar la fe de Noé, porque aún Dios no había hecho llover sobre la tierra (Génesis 2:5).

Construcción del arca y pacto de dios con noé:

El tiempo aproximado de construcción fue de 100 años.

El arca fue el medio que Dios usó para traer salvación en pleno diluvio (Génesis 7:1-10:32).

Noé construyó el arca siguiendo las instrucciones de Dios, porque Él le había llamado a salvar a un remanente de la humanidad y de los animales del diluvio que se venía (Génesis 6:18-20).

Era el arca más grande que cualquiera que se haya construido desde entonces y hasta el siglo XX. Fue hecha de madera de gofer y estaba cubierta por dentro y por fuera con brea. (Génesis 6:14-16).

PACTO DE DIOS CON NOÉ: Dios promete a Noé que entraría en el arca con sus hijos, sus mujeres y las mujeres de sus hijos, así como con todos los seres vivientes de acuerdo a las instrucciones que Él le había dado (Génesis 6:18-22).

¿Hubo oportunidad para OTROS EN El arca?:

Todos hubiesen podido subir al Arca durante siete días.

Sí, Dios le dijo a Noé: “Pasados aún siete días (tiempo en el cual la gente que hubiera llamado a la puerta del arca podría haber entrado), haría llover sobre la tierra 40 días y 40 noches” (Génesis 7:4). “Y sucedió que al séptimo día, las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra” (Génesis 7:10).

De igual manera, en 1 Pedro 3:20 dice que en los tiempos antiguos, en los días de Noé, desobedecieron, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía el arca. En ella solo ocho personas en total se salvaron.

Es relevante saber que quien cierra la puerta del arca es Dios, “Y Jehová le cerró la puerta” (Génesis 7:16).

EL DILUVIO

Llovió durante 40 días y 40 noches sobre la tierra.

Noé tenía 600 años cuando se comenzó el diluvio y entró al Arca con sus hijos, su mujer, las tres mujeres de sus hijos y demás seres vivientes, dando Dios cumplimiento a su pacto. “Y hubo lluvia sobre la tierra por 40 días y 40 noches” (Génesis 7:11-13).

Las aguas subieron codos sobre las más altas montañas, y murió toda carne que se mueve sobre la tierra... Quedó solamente Noé y los que con él estaban en el Arca. Luego prevalecieron las aguas durante 150 días (Génesis 7:21-23).

“Y se acordó Dios de Noé y de todo ser viviente que estaban con él en el Arca, e hizo pasar un viento fuerte sobre la tierra, disminuyeron las aguas y se cerraron las fuentes, el abismo y las cataratas de los cielos, y la lluvia de los cielos fue detenida” (Génesis 8:1-2).

DESPUÉS DEL DILUVIO: poco a poco fueron disminuyendo las aguas sobre la tierra, retirándose al cabo de 150 días, y reposó el Arca sobre los montes de Ararat, y las aguas siguieron disminuyendo hasta que pudieron verse las cimas de las montañas (Génesis 8:3-5).

Luego de 40 días, Noé abrió la ventana del Arca que había hecho y envió a un cuervo, para ver si la tierra ya estaba seca. No encontrando más que agua, el ave continuó yendo y viniendo, hasta que las aguas se secaron sobre la tierra. Envió también una paloma, la cual, al no encontrar en dónde posarse, regresó al Arca. Noé esperó siete días más, y una vez más envió la paloma, cuando esta regresó por la tarde con una hoja de olivo en el pico, entendiendo Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra (Génesis 8:6-11).

Al ver que las aguas se habían secado de sobre la tierra, Noé quitó la cubierta del Arca, comprobando que la faz de la tierra estaba seca (Génesis 8:13).

DIOS HABLA A NOÉ:

Las instrucciones fueron específicas.

“Sal del Arca junto con tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos, al igual que todos los seres vivientes que están contigo…. Fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra” (Génesis 8:16 - 17).

El primer acto de Noé después de salir del Arca fue construir un altar y ofrecer un sacrificio de toda clase de animales y aves limpias, con lo que manifestó su gratitud hacia Dios (Génesis 8:20).

Esta ofrenda agradó al Señor y de esto se derivó una bendición, no solo para Noé y su familia, sino también para todos los que habrían de vivir en la tierra.

EL PACTO DEL ARCOÍRIS

El verdadero significado del arcoíris.

En esta ocasión podemos ver que Dios hace un pacto con Noé, sus hijos y con toda la descendencia después de ellos, así como con todo ser viviente.

“Estableceré mi pacto con vosotros [...], ni habrá más diluvio para destruir la tierra. [...] mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal de mi pacto con la tierra. y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver mi arco en las nubes. [...] lo veré y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con todo lo que tiene vida sobre la tierra.” (Génesis 9:11-17)

CONCLUSIÓN

No importan las tempestades y las tormentas, cuando es Dios quien dirige "nuestra arca". No hay circunstancia adversa cuando la fe y la esperanza están puestas en Él. Depende de nosotros tomar la oportunidad que nos da, de ser Él el timón. Dios tiene un propósito especial para cada vida, un plan basado en su amor infinito.